
Tartessos, 536 a.C. Uno
de los principales puertos comerciales de Occidente es también el legado de
aquella tierra legendaria que un día la ira de los Dioses borró del mapa.
Ellos, hijos y herederos de un territorio maldito y condenado a desaparecer de
la Historia. Inmersos en una fractura social y un marco comercial en
decadencia, sufrieron los efectos de la furia de los Dioses y la fuerza de un
imperio en expansión. Ellos también se convirtieron en leyenda.
De la mano de Terón, un
humilde curtidor de la zona costera sumido en un profundo conflicto de fe,
conoceremos los últimos días de uno de los principales reinos de la
Mediterranea. Lo que mitológico fue, en hecho histórico se convertirá.
Siguiendo,con entusiasmo, tu obra.
ResponderEliminargrcias