miércoles, 29 de junio de 2016

LA PORTADA IDEAL PARA NUESTRO LIBRO

  
Al hilo de mi último post La portada como elemento identificativo, en esta ocasión ahondaré en otros aspectos a tener en cuenta a la hora de escoger una portada. Hay elementos que el marketing editorial ha trabajado durante años y que los lectores han aprendido a identificar.

Escoger una gama de colores:
A nadie escapa que cada color puede transmitir una sensación determinada. Afectan al ánimo de las personas y cuando se trata de consumir, una gran parte de nuestro instinto se deja llevar por nuestras emociones. El azul, por ejemplo, representa pureza, confianza y seguridad; el rojo lo asociamos al coraje, al amor, la pasión y el crimen; el amarillo nos identifica con la felicidad y el optimismo. El verde inspira paz, frescura y crecimiento; el blanco nos transmite pureza e inocencia, mientras el negro lo podemos asociar al poder, la elegancia, el secreto y el misterio.

Destacar un tipo de letra:
Los procesadores de textos actuales nos ofrecen cientos de posibilidades a la hora de elegir el tipo de letra para nuestra portada. La grafía de nuestro título es un elemento identificativo, un gancho más para trasladar al autor a otra época o para sumergirlo en una historia de pasión, de humor o asesinatos.

Ilustración y fotografía:
La elección de los elementos visuales de la portada es otro factor a tener en cuenta. No hay que olvidar que el ojo humano es muy rápido y sus impulsos llegan al cerebro antes que la propia racionalidad. ¿No os ha ocurrido que habéis ido a una tienda a comprar una cosa y habéis comprado otra que os ha llamado la atención? Una imagen que identifique el contenido de nuestro libro es una manera eficaz de llegar al subconsciente del lector. Eso sí, esa imagen deberá corresponderse con el contenido del libro.

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Cada género literario tiene su propio cliché y la experiencia nos demuestra que estos mecanismos de diseño suelen funcionar. Además, resulta muy útil al lector porque simplifica su búsqueda. Él espera encontrar un color, un tipo de letra y ese elemento identificativo que está estrechamente ligado a su target como lector.

Pongamos varios ejemplos de este compendio de elementos incorporados a un género determinado y empezaremos por el más evidente: la novela negra.
  



Prevalecen los colores negros del misterio y del poder, con el rojo del crimen, de la pasión; títulos cortos e impactantes, letras que destacan y elementos identificativos como una montaña de sal, el cañón de una escopeta o los hilos de una marioneta. Personalmente, siempre he encontrado sublime la portada de El Padrino.

La novela histórica tiene también unos estereotipos muy marcados que funcionan desde hace muchos años. Tonos tostados, marrones y ocres que nos transportan al pasado; elementos de identificación visual: una espada, un centurión o un religioso con un libro antiguo en sus manos. Además, el tipo de letra está perfectamente seleccionada y nos recuerda a gafrías utilizadas en otras épocas.


Si nos fijamos en los libros inspiracionales o de autoayuda, descubriremos que los patrones son bastante diferentes a los utilizados para captar la atención de los lectores de novela. Las letras son importantes y sus títulos son como luces de neón para nuestros sentidos. Pretenden llegar a los lectores en forma de mensajes que éstos necesitan percibir y los colores de la portada nos inspiran confianza, esperanza y optimismo.


Todos estos tips nos serán útiles para ser identificables en una librería o en una web y serán una pre-sinopsis rápida y eficaz.

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