Santa Helena y la cruz de Cristo |
Flavia Julia Helena de
Drépano, a quien la historia conoce como Santa Helena, fue uno de los ejemplos
relevantes de los millones de personas que se convirtieron al cristianismo
durante los primeros siglos de existencia. Fruto de su matrimonio con Constancio
Cloro, emperador del Imperio Romano de la zona occidental, nació Constantino
“El Grande”, el emperador que consiguió legalizar la profesión a la fe
cristiana a principios del siglo IV.
El compromiso y la
piedad que Helena demostró hacia el cristianismo fue clave para que su hijo
forzase la legitimidad de la nueva fe que se llevó a cabo con el Edicto de Milán.
Su fervor le llevó a viajar a Tierra Santa, para rescatar las reliquias de Jesucristo.
Dice la historia, que mandó demoler el Templo de Venus piedra a piedra para
encontrar los restos de la cruz de del Mesías y que finalmente la encontró. La
leyenda dice que mandó dividirla en varios pedazos para poder ser expuestos en
diferentes sedes y así poder apreciada por el máximo número de feligreses.
Pero... ¿dónde fueron a parar los restos de esta reliquia?
La respuesta está en la novela “La herencia de Jerusalén”
Pues voy a tener que leerla de nuevo porque en su día no me enteré.
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