martes, 16 de mayo de 2017

#06 LOS HIJOS DE LA ATLÁNTIDA - EL GERMEN DE LA NOVELA


En alguna ocasión me han preguntado cómo se nos ocurren las ideas a los escritores, si escogemos las temáticas fruto de un estudio exhaustivo de lo que a los lectores les gustaría leer o si todo es fruto de una idea surgida en el momento y el lugar más insospechados. Creo que todo autor tiene en cuenta si aquello que pretende contar gustará o no, pero la idea y las ansias por convertirla en historia, suelen prevalecer por delante de criterios comerciales.

Un buen día surge esa idea, y lo hace en el momento y el lugar más insospechado, quizás sin venir a cuento. A veces proviene de algo que te cuenta alguien o surge espontáneo, viendo una película, leyendo un libro, preparando la cena o en la parada del autobús.. Algo nos llama la atención, se instala en nuestra mente y se convierte en viral. Sin darnos cuenta, empezamos a crear conexiones argumentales, surgen los primeros personajes y entonces…TODO EMPIEZA.

Los hijos de la Atlántida surgió del azar, un mediodía después de comer. Alguien en Twitter colgó una cita de Platón, la verdad es que no la recuerdo, pero pensé en algo que leí hace muchos años cuando aún era estudiante. Un profesor nos hizo leer Los diálogos de Citrias y el Timeo para hacer un trabajo de mitología. Reconozco que en esa época no entendí demasiado de lo que me contaba el bueno de Platón, así que se me ocurrió volver a leerlo. Y entonces…¡Zas! Entró ese veneno del creador de historias.

Extracto de los textos de Platón:

- CRITIAS.

Critias comenta como los sacerdotes egipcios cuentan a Solón la guerra de los Dioses.

Nueve mil años atrás hubo una guerra entre entre los pueblos que habitan más acá y más allá de las columnas de Hércules: Atenas y la federación de reyes de la Atlántida. La Atlántida, que se sumergió en el mar por causa de terremotos, tenía un tamaño más grande que la Libia y el Asia y quedó reducida a un escollo que impide la navegación en esa parte de los mares.
Es preciso que os dé una explicación de esta guerra desde el principio hasta el fin. De una parte estaba esta ciudad; ella tenía el mando y sostuvo victoriosamente la guerra hasta lo último. De la otra parte estaban los reyes de la isla Atlántida. Ya hemos dicho, que esta isla era en otro tiempo más grande que la Libia y el Asia; pero que hoy día, sumergida por los temblores de tierra, no es más que un escollo que impide la navegación y que no permite atravesar esta parte de los mares.

Y luego nos explicó cómo era La Atlántida


El suelo estaba muy elevado sobre el nivel del mar. Alrededor de la ciudad había una llanura que la circundaba a su vez rodeada de montañas que se prolongaban hasta el mar. En la parte de la isla que miraba al Mediodía había una llanura cuadrilonga, de tres mil estadios de un lado y dos mil de otro, con populosas poblaciones, ríos y lagos. Estaba rodeada por un foso artificial al que vertían las aguas de las montañas. Tocaba en la ciudad por sus dos extremidades. Para transportar los troncos de madera de las montañas se hicieron fosos que se comunicaban entre sí.

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