jueves, 20 de abril de 2017

LA PREVIA DE SANT JORDI




Sant Jordi es uno de esos días del año que todo escritor tiene marcado en rojo en su calendario, no en vano un alto porcentaje de la venta de libros se concentra ese día; además se convierte en un punto de encuentro entre autores y lectores. En mi caso, este día ha estado envuelto de magia desde mucho antes de que me tomara la escritura como una profesión. De hecho, siendo un enano de poco más de un metro, ya asomaba la nariz en las mesas de exposición de Rambla Catalunya o Paseo de Gracia. A mi memoria llegan imágenes imborrables de grandes autores a quienes podía ponerle cara ese día. Con once o doce años tuve la oportunidad de conocer a Joaquim Carbó, uno de los autores que más me impactaron durante mi iniciación a la lectura. Vi de cerca a primeros espadas como Terenci Moix, Manuel Vázquez Montalbán, Alberto Vázquez Figueroa o Michael Ende, que por esos tiempos causaba verdadero furor en el género juvenil.
Ahora que tengo la oportunidad de estar al otro lado de la mesa, que soy yo el que sostengo el bolígrafo en la mano y son los lectores los que curiosean mis libros, me apetece echar la vista atrás para no olvidar nunca que no ha sido fácil llegar hasta aquí. Me apetece hacer una buena cura de humildad porque es muy habitual caer en las tentaciones del que sostiene el bolígrafo. El ego de los escritores es muy peligroso y es mi obligación recordar de donde vengo; eso sí, con el orgullo de poder decirle a todo el mundo que he llegado a donde quería llegar. Y el camino que me queda por disfrutar…
Este año, Sant Jordi cae en domingo y, a pesar de que han contraprogramado un Madrid-Barça a última hora, promete ser uno de los días con más afluencia de gente, principalmente en Barcelona y, concretamente, en el centro de la ciudad. Tan bonita promete ser esta jornada, que me moría de ganas de estar presente en alguna de las librerías amigas, pero debo confesar que disfruto estando en ambos lados de la mesa, de modo que quiero dedicar una gran parte del día a pasear Rambla arriba, Rambla abajo y empapándome de esa magia a la que al principio refería. Estaré en la caseta de Alibri, situada en Rambla de Catalunya, entre Gran Vía y Diputación, de 12:00 a 13:00 y compartiendo mesa con Ian Gibson, Màrius Serra, Patxi López y otros buenos autores que no tengo el gusto de conocer. Valga también decir, que también estará con nosotros Vanesa Lorenzo, que supongo que atraerá a una gran cantidad de público. Iré con la segunda edición de La herencia de Jerusalén y la recién salida del horno edición en catalán. También firmaré ejemplares de La morada de Yahveh, y puestos a firmar, os puedo firmar hasta las camisetas.



Estos últimos días antes del día D resultan frenéticos para editores, distribuidores y libreros. Os puedo dar fe, que es bastante difícil hablar con los editores de proyectos más allá del 23 de abril, de modo que la semana que viene, el engranaje habitual del mundo editorial volverá a funcionar a su propio ritmo. Y también el mío.
La próxima semana será el momento de presentaros mi próximo trabajo: Los hijos de la Atlántida. Y lo haré a lo grande, con un booktrailer espectacular y unas portadas que son una verdadera maravilla. También os hablaré de eventos, presentaciones y muchas otras cositas que me muero de ganas de compartir con vosotros.  Hasta entonces, os emplazo a que me acompañéis el día de Sant Jordi, que estaré con mis criaturitas disfrutando del mejor día del año.

No quisiera acabar este post sin dedicarle unas líneas a mis editores de Ediciones Javisa23, por su compromiso, por su tesón y por apostar por mí siempre, por cuidarme y por trabajar a destajo para que yo siga consiguiendo mis sueños. Agradecerle también a AlfaOmega, la brillante distribución que han conseguido en pocas semanas y, cómo no, a los libreros que siguen apostando por mis obras, un año más; en especial a Alibri, por la silla que me ofrecen al otro lado de la mesa. 

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