La noria rueda, rueda y rueda, y
yo no me quiero bajar… El año pasado fue un año trepidante, repleto de buenas
noticias y un futuro repleto de buenas venturas. Tras la publicación a primeros
de año de La herencia de Jerusalén de la mano de Ediciones Javisa23, los
siguientes meses fueron un autentico aluvión de acontecimientos. En abril viví
nuevamente la diada de Sant
Jordi desde el otro lado, firmando en la mesa de firmas de
Espai Literari; en mayo quedé abrumado por la gran acogida de público en la
presentación de la novela en Casadellibro de Rambla Catalunya. Junio me deparó
nuevas sorpresas, especialmente el viaje exprés a Madrid para firmar ejemplares
en la caseta que Distriforma tenía en la Feria del Libro o la charla en el BreakfastClub
que organizó el ICEC en el Centre d’Arts Santa Mònica.
En septiembre vio la luz en
exclusiva para Amazon La morada de Yahveh, la esperada secuela de La herencia
de Jerusalén y apalabré su edición para primeros del 2015 con Ediciones
Javisa23. Al mismo tiempo, editamos la edición en catalán, que espera en la
parrilla de salida para ser publicada durante los próximos meses.
Y empezamos el 2015 con la noria
en funcionamiento, aprovechando su inercia para que siga rodando y rodando,
para que me sigan sorprendiendo esos nuevos acontecimientos que solo el destino
conoce y guarda tan celosamente. Nuevos proyectos, nuevas ideas y la búsqueda
de oportunidades son los pilares que cimentarán este año.
Desde mediados del año pasado
estoy trabajando en una novela histórica muy particular, un proyecto ambicioso
que me gustaría terminar a principios de otoño. La historia de un gran reino
que fue una referencia comercial del Mediterráneo y que el azar y la desventura
lo apartaron de la historia prácticamente por completo. Así pues, este año me
disfrazo de Heródoto para dar un poco de luz a una tierra mágica que quizá un día
fue la cuna de los dioses.
Más de cinco meses de exhaustiva
investigación dieron paso al proceso de escritura y “T………” ya no es una idea
garabateada en una página cuadriculada, empieza a ser una realidad que poco a
poco coge forma.
Seguimos trabajando.
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