Escoger el título de una obra es
algo que no puede dejarse a la improvisación, al contrario, considero que debe
tener un proceso de maduración y su elección debería fraguarse tras evaluar
tres premisas importantes: comercialidad, originalidad e idoneidad. Por este
motivo, cuando escribo un relato o una novela, suelo escoger el título cuando he
terminado la estructura inicial de la novela o, incluso, cuando ya he iniciado
el proceso de escritura. Generalmente hago una lista con tres o cuatro títulos
y sobre la marcha acabo decidiendo cuando tengo toda la trama en la cabeza.
Para mi libro de humor barajé
solo dos opciones:
REC-Relatos para Ensanchar
Costillas
Diez minutos de retrete
El thriller histórico y religioso
fue el que más me costó elegir, incluso diría que cambié de idea varias veces.
El legado de los levitas
La herencia de Jerusalén
El libro prohibido
Los últimos levitas
El caso de mi novela Las leyes de
Hermógenes es muy diferente. Como he explicado en alguna ocasión, empecé a
escribir esta historia en 1984, cuando era un adolescente. Siempre he tenido la
certeza que acabaría escribiendo la novela, aunque nunca imaginé que tardaría
casi treinta años en hacerlo. Originalmente, se titulaba El viejo Hermógenes.
Yo suelo titular cuando tengo la idea, después de terminar de escribir el cuento o la novela suelo cambiarlo. Muy de acuerdo en que no debe improvisarse.
ResponderEliminarTodo tiene su importancia, Manuel. Un libro puede ser magnífico pero sin una buena portada, una buena sinopsis y un título sugerente y adecuado, solo será eso, un libro magnífico que nunca nadie conocerá.
EliminarCualquier título vale si el libro es bueno. He sacado de internet esta lista chocante:
ResponderEliminar"El curioso incidente del perro a medianoche. Mark Haddon
El fin del mundo y un sombrío País de las Maravillas. Haruki Murakami
Sushi para principiantes. Marian Keyes
Técnicas de masturbación entre Batman y Robin. Efraim Medina Reyes
Si una noche de invierno un viajero. Ítalo Calvino
De por qué los puercoespines cruzan la carretera. Carmen Covito
África alfabética. Walter Abish
Hazañas y opiniones del Dr. Faustroll, patafísico. Alfred Jarry
Orgullo y prejuicio y zombis. Seth Grahame-Smith
Te reto a correr como un idiota por el jardín. Sergio Bizzio"
Añadiría "Sostiene Pereira", de Antonio Tabucchi.
Hace pocos años me sorprendió la novela "13,99" de Frédéric Beigbeder. Buen libro. El título se refiere a su PVP en euros.
Tienes razón, Julio, los títulos extraños no suelen funcionar, aunque se me ocurren algunos que siendo "patateros" han tenido su éxito.
Eliminar"El abuelo que saltó por la ventana y se largó"
"El monje que vendió su Ferrari"
"La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina"
En fin, que se trata de ser originales y saber llegar al lector.