Una curiosidad que os hará reír

Lo que os voy a contar hoy no es una historia inventada, es una anécdota que quizás alguno de vosotros conoceréis. Me lo explicaron hace unos días y me pareció muy divertida y como tiene un hilo argumental parecido al de mis maquiavélicas historias, aquí os lo dejo.

Cuando Neil Armstrong hizo el primer paseo espacial que supuestamente ha hecho el hombre en la luna dijo aquella célebre frase de “Esto es un pequeño paso para el hombre pero un gran salto para la humanidad”. El bueno de Armstrong no dijo solo eso, dijo otras muchas cosas, de hecho no se estaba callado, le pidió a Houston hacer una meadita porque no recordó hacerlo antes de salir de la cápsula, también dijo algo así como que le apretaban las botas y le dolían los juanetes. (Bueno, esto último es inventado pero seguro que lo pensó). Lo que sí que es cierto, es que durante su paseo, en medio de las comunicaciones sofritas con la NASA dijo algo que en un primer momento pasó desapercibido. Sus palabras exactas fueron: “Buena suerte, señor Gorsky”. Inicialmente se pensó que era algún mensaje retador a algún colega astronauta soviético de la época, de hecho durante muchos años, no se supo a que refería ésta frase sin sentido. El propio Armstrong fue preguntado en más de una conferencia de prensa al respecto pero siempre eludió responderla.

El 5 de Julio de 1.995, durante el transcurso de un discurso de Armstrong, un reportero volvió a preguntarle por la desconcertante frase. El astronauta sonrió y dijo que ya era el momento de explicar la historia porque lamentablemente el señor Gorsky ya había fallecido.

Más o menos Armstrong lo explicó de la siguiente guisa:

"Una vez, siendo un niño, estaba en el jardín de mi casa con un amigo del barrio jugando a béisbol, él tiró una bola alta que cayó junto a la ventana de mis vecinos; los Gorsky. Mientras me agachaba para recoger la bola escuché la conversación que mantenían los vecinos. En ese momento la Señora Gorsky gritaba al Señor Gorsky:

- “¿Sexo oral? ¿Quieres sexo oral? Tendrás sexo oral cuando el niño del vecino camine sobre la luna”. –"

Me imagino pues, esa noche del 21 de julio de 1.969, cuando el Señor Gorsky también recorría otro viaje espacial bastante diferente…