miércoles, 26 de marzo de 2014

Un relato: La mujer de negro

El Padre Eustaquio estaba recogiendo los útiles sacramentales y cerrando la luz del despacho anexo a la sacristía cuando advirtió en la segunda bancada, la figura de una mujer flexionada sobre el reposapiés que rezaba entre susurros ininteligibles alguna oración a Santa María. La mujer iba ataviada con un vestido negro y mantilla con velo del mismo color. 
-Señora… -Le golpeó sigilosamente en el hombro. – Debo cerrar, vaya usted a casa, buena mujer… -dijo amablemente. 
La mujer de negro se irguió sin mediar palabra y restó en silencio unos instantes. Luego levantó el velo, poniendo al descubierto un rostro blanquecino, de ojos grisáceos con pupilas blancas. Su riego arterial era azulado y su nariz carecía de tabique alguno. En un rápido movimiento, la figura fantasmagórica clavó sus uñas en el cuello del párroco y acto seguido sorbió de su yugular con sus afilados incisivos. Mientras, en la calle sonaban las trompetas de la procesión de Semana Santa.

Micro de terror
160 palabras

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