Después de promocionar en Madrid la edición en
castellano de “Los hijos de la Atlántida”, era el momento de hacerlo en casa,
rodeado de amigos y familiares. Como no soy demasiado supersticioso lo
celebramos el martes, día 13. Y utilizo el término celebrar porque no concibo
una presentación como un acto promocional, sino una especie de bautizo de
puertas abiertas.
Llevaba semanas preparando el evento y, aunque no me
sentía nervioso, sí que es cierto que, a medida que se acercaba la hora, el
runrún empezó a hacer acto de presencia. El Fórum del FNAC – Triangle de Plaza
Catalunya fue un escenario perfecto, excepto por el calor que hacía allí
dentro. Por lo demás, un sitio céntrico, bien comunicado y con una sala con
capacidad para más de cincuenta personas. Valga decir, que cuando llegué, solo
nos habían colocado una docena de sillas y tuve que ponerme el chaleco de FNAC
para sacar todas las sillas que tenían escondidas.
Traté sin éxito de hacer un conteo rápido de los
asistentes, sin que pareciese que estaba pasando lista, y calculo que fuimos
unos cincuenta los que nos reunimos a las ocho de la tarde. Me acompañó toda mi
familia, como siempre, arrimando el hombro en los buenos y los malos momentos;
mis amigos, mis lectores –a quienes también considero amigos-, gente inesperada
que también tuvo el detalle de acompañarme y desconocidos.
Ejerció de maestra de ceremonias Maria Carme Roca, de
quien solo puedo tener palabras de agradecimiento y admiración. Era mi deseo
desde hace muchos meses que fuese ella quien me acompañase en este día tan
especial y os puedo asegurar que lo hizo con un cariño, una simpatía y un rigor
que dejó boquiabierta a toda la parroquia. Pero mi agradecimiento va más allá
de su magistral puesta en escena. Y me explico… Quizás hoy Los hijos de la Atlántida
no existiría si no hubiese bebido antes de manantiales literarios como el de la
propia Maria Carme. Sus libros de temática histórica han sido siempre una
fuente de inspiración y de aprendizaje, por su narrativa, por su ambientación y
por el respeto a la historia.
Siento no poder mencionar a todos los que vinieron,
seguro que me dejaría alguien y no puedo permitirme tan craso error. No
obstante, haré una pequeña excepción con Rosario Gómez, mi editora de Columna
Edicions. Ella ha estado a mi lado durante todo el proceso de edición y también
lo hizo en la puesta de largo de la novela. Igualmente, también estuvieron,
aunque desde la distancia, también lo hicieron Isabel y Javier, de Ediciones
Javisa23.
Quiero agradecer también las diferentes muestras de apoyo y felicitaciones que he recibido durante toda la semana de amigos y lectores de todo el mundo. Gracias por permanecer a mi lado, por vuestra lealtad y vuestro entusiasmo.
Los hijos de la Atlántida ya está rodando. Gracias
por hacer girar la rueda.
Ay por favor! buscando un antiguo escrito [soy Capri] me llevó a un post donde comentabas tú, recuerdo tus sueños de publicar libros, tu ansia voraz de escribir y la ilusión con la que hablabas de tus proyectos
ResponderEliminarSabes? me alegro tanto, Josep , ahora que ya te tengo localizado iré leyendote a pocos
Me alegro muchísimo, de corazón, hoy en este domingo de junio me has sin saberlo llevado a tiempos felices , a otros y puedo sonreír por tus logros
Un abrazo desde esta rincón del Atántico desde los afectos
María ( o Capri )