martes, 11 de marzo de 2014

Un relato: Vidas cruzadas

Llevábamos tres años cruzándonos por los pasillos del metro, dedicándonos miradas cómplices, conscientes de que cada mañana tomábamos direcciones diferentes y vidas opuestas. Preguntándome si sus miradas obedecían a la obviedad de ver una cara conocida a diario o al hecho de sentir algún tipo de simpatía o atracción hacia mí.
Había días que deseaba detenerla para declararle mi atracción, pero la vergüenza, la timidez y el miedo a ver diariamente mi derrota en sus ojos me frenaban.
Finalmente, ese once de marzo me decidí, nos volvimos a cruzar, como cada día; pero ese día la sonreí e incliné la cabeza a su paso, justo antes de que con voz firme se lo dijera.
- Me gustas, niña de las 07:45. - Proclamé. 
Ella se detuvo, sin volverse durante unos segundos, en una pausa escénica eterna. Luego se dio la vuelta, se acercó a mí y me contestó:
- A mí también me gustas, niño de las 07:45.
Y ya han pasado cuatro años...

Micro (160 palabras) - Relato romántico

No hay comentarios:

Publicar un comentario